viernes, 15 de mayo de 2009

NO SÉ QUIEN FUE QUIEN DIJO QUE NO HAY NADA PEOR QUE AÑORAR LO QUE NUNCA PASÓ.

Tampoco contesté ahora, y me limité a cerrar los ojos con fuerza mientras lágrimas silenciosas resbalaban precipitándose al vacío.
-No importa que no quieras verme, estoy aquí- dijo
Se acercó hasta que pude sentir su pútrido aliento a escasos centímetros de mi rostro.
Giré la cara y eso solo hizo que ella disfrutara más aún. Rió de nuevo y esta vez como acto reflejo tapé mis oídos y me encogí rota de dolor. Cada vez me costaba más respirar, estaba demasiado cerca.
-Te diré algo que, en el fondo, siempre quisiste saber- continuó y con delicadeza tomó mi cara,la alzó dirigiéndola hacia la suya y a pesar de que me negué a abrir los ojos y mirarla cuando más cerca le tenía susurró:
-También mintió cuando dijo que te quería.